lunes, 29 de noviembre de 2010

EL ARBOL QUE PERDIO LA INFANCIA.


Pinto era un pino de Oregón que, desde pequeño, soñaba con ser grande. Su especie llegaba a alcanzar los sesenta metros.
Le habían dicho que la vista desde las grandes alturas era maravillosa. Sus amigos le mostraban distintas bellezas naturales, pequeñas plantas, flores, insectos, grandes animales y hasta personas, pero no les prestaba atención; iba creciendo y siempre sucedía lo mismo, lo único que le interesaba era lograr una gran altura.
Al llegar a la estatura deseada, confirmó que el panorama desde tan alto era espectacular. En las conversaciones con sus amigos, escuchaba cosas muy extrañas para él, hablaban de chicos jugando a la pelota, de perros que corrían, de abejas que se posaban sobre las flores, y cantidades de comentarios sobre seres que no llegaba a distinguir desde allá arriba.
Pero ya no pudo bajar para conocerlos, se los había perdido mientras esperaba llegar bien alto.
El FUTURO es para PREPARARLO ; EL PRESENTE, para DISFRUTARLO.

1 comentario:

  1. Si es asi. Uno a medida que va creciendo y se va a poniendo viejo es como que se va perdiendo. Como que se va alejando del mundo, aparecen ciertas ausencias, ciertos estados de angustia. Pero bueno. Lo ideal seria tener una vejes buena y saludable. Porque para tener una vejez asi en soledad, sin amigos, llorando encerrado en una pieza preferiria morirme a los 40 años jaja.
    Un abrazo y muy bueno el blog

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